Algunas imágenes de lo que somo como tlaltizapenses.
Una muestra de que los paisanos radicados en Estados Unidos siguen manteniendo vivas nuestras tradiciones. Ahora nos corresponde contribuir de aqui para allà para que se sigan redescubriendo a través de sus hijos, amigos y parientes.
Una muestra de que los paisanos radicados en Estados Unidos siguen manteniendo vivas nuestras tradiciones. Ahora nos corresponde contribuir de aqui para allà para que se sigan redescubriendo a través de sus hijos, amigos y parientes.
28-29 DE SEPTIEMBRE, UNA TRADICIÓN QUE SE NIEGA A MORIR.

No pretendo hacer un análisis histórico de este fenómeno cultural sino más bien describir lo que sucede en San Pedro Tlaltizapán, este singular día. En otras ocasiones he descrito las festividades que se llevan a cabo en esta comunidad, ahora, sin embargo describiré un ritual singular y propio de esta región.
Es sabido que el día 29 de septiembre en el calendario católico se celebra a San Miguel Arcángel y se rememora el triunfo de este sobre el mal o sobre Satanás. Partiendo de esta premisa, en la comunidad de San Pedro Tlaltizapan se tiene la creencia que en la noche del 28 de septiembre el demonio escapa del infierno y viene a la tierra a causar daño a las personas. En su transitar por la tierra y huyendo de la espada de San Miguel se esconde en cualquier rincón, cualquier casa, cualquier milpa que no fue protegida o como se dice en el argot científico, no fue sacralizada. Para ello, los habitantes de dicha comunidad colocan cruces de flores en las puertas de las casas, para proteger del mal a quienes ahí habitan o para proteger las cosechas de los fenómenos naturales como la lluvia, helada o aire.
Las cruces que se colocan se elaboran originalmente de una flor llamada pericón (crataegus monogyna) que es de color amarillo y que despide un olor dulce. Debido a que esta tradición se ha popularizado en la región, existen personas de otras comunidades que venden las cruces elaboradas con dicha flor o simplemente los ramos del aromático. Sin embargo, el uso de pericón no es exclusivo en la elaboración de las cruces del 29 de septiembre, ya que también se utilizan otras flores de la estación como girasol, cempazuchil, malvón, o cualquier otra flor existente en la comunidad.
Desconozco si esta tradición es originaria de la comunidad y cuantos años tiene de realizarse, lo que si se es que se realiza en otras comunidades como Santiago Tianguistenco y Almoloya del Rio, quizá en otras más de la región, por ello es importante que conozcamos el significado de estos rituales para que valoremos lo que somos y nos sintamos orgullosos de ello.
Cruz de flores que se coloca en las entradas de las casas como protección el día 28 de noviembre por la noche |
COCINA TRADICIONAL DE SAN PEDRO TLALTIZAPAN
CRÓNICA DE UN CARNAVAL
Dentro de la riqueza cultural que existe en San pedro Tlaltizapan, destaca la existencia de una amplia variedad de platillos tradicionales, muchos de ellos, herencia de nuestros ancestros y que eran verdaderos alimentos rituales en la época prehispánica. Para comprender la cocina local, es necesario hacer referencia al pasado lacustre de la comunidad. Cabe mencionar que en el extremo poniente de la comunidad, corre el Rio Lerma. Dicho rio y su zona lacustre, que incluye a la laguna Chignahuapan fue en el pasado fuente de abastecimiento de alimentos para los habitantes de la región, ya que de ahi se obtenía , diferentes variedades de pescados como carpa (Ciprinus carpio), pescado blanco (Chirostoma estor estor), acocil (Cambarellus zempoalensis), ajolote (Ambystoma zempoalensis), atepocate (renacuajo precursor de la rana) y rana (rana esculenta). Entre las aves que se cazaban se encontraba pato (Anas discors) güilota o paloma huilota (Zenaida macroura) y gallina de agua (se desconoce su nombre científico). Entre las plantas recolectadas se encontraban papa de agua y lcabezas de negro, de ambas plantas se desconocen sus nombres científicos.
Aunque no estaban asociadas a la zona lacustre, también se recolectaba y cazaba plantas y animales que completaban la dieta de los antiguos habitantes de la comunidad, como hongos blancos, vinagreras (Rumex acetosa), que pertenece al género de la rumex o comunmente conocida como lengua de vaca, chivatitos (se desconoce su nombre científico), que es una especie de pasto que crece en las milpas, corazones de nabo (se desconoce su nombre científico), que son las hojas previas a la floración de dicha planta, jocoyoles (se desconoce su nombre científico) y malva (malva silvestris), muchas de ellas de origen europeo.
Las plantas y animales anteriormente descritos servían para preparar platillos se empleaban como complementos para los mismos. Las carpas, ajolotes y atepocates se preparaban en tamales con hojas de maiz, a los que se les agregaba sal, chile, epazote y cebolla picada. Los acociles en cambio se cocínaban directamente en una cazuela puesta al fuego y se les agregaba cebolla. Al cocerse tomaban un color anarajado y se les colocaba sal y limón. Se comían en tacos o directamente del plato a la boca. A las ranas, se les extraía las vísceras y se cocinaban en salsa verde mezcladas con vinagreras. Las papas de agua se herbían unicamente y se les colocaba sal. Los chivatitos se consumían en ensalada, a la que se le agregaba aceite de oliva, sal, limón y queso rayado. Las vinagreras, malvas y corazones de nabo se cocinaban también directamente sobre una cazuela o sarten con un poco de aceite o manteca. Finalmente, los jocoyoles, que son plantas que crecen aun en las milpas y que se caracterizan por dar flores de color morado o amarillo, tenían tambien hojas en forma de trebol en el extremo superior del tallo que era de hasta 10 centímetros. De estas plantas se aprovechaba el tallo y se empleaba para preparar salsas, sirviendo de sustituto al tomate, por el sabor agrio que tiene.
Mención aparte merecen los algunos alimentos a base de maíz, que es el sustento y la base de la alimentación nacional. En base al maíz se elaboran aun tamales de diferentes variedades como el de haba, que se realiza en el mes de junio y se envuele en hojas verdes, del maíz que aun esta creciendo (a diferencia del resto de los tamales que se envuelve con hojas de mazorcas secas). Una bebida que desafortunadamente ha ido desapareciendo es el atole de ceniza, que tenían un color negro debido a que se molía algunos olotes (raquis) quemados y se colocaba al atole. En esta bebida tambien se empleaba piloncillo y maiz rojo molido. Entre los postres descatan los "ponteduros", que es maíz negro tostado y cubierto de caramelo, hecho a base de piloncillo. Este alimento tiene la particularidad de que al elaborarse se debe tener cuidado de derretir muy bien el piloncillo y tener paciencia para moverlo lentamente junto con el maíz durante un tiempo considerable, de no ser asi, el caramelo se solidifica y se hacen bolas, resultando un producto poco apetecible.
Un alimento más, a base de maíz, lo constituyen los "tlaxcales" que en otras regiones del Estado de México tambien les conocen como "toqueres", estos son triángulos de entre 8 y 10 centímetros hechos con granos de maíz que aun no maduran completamente, molidos y mezclados con azucar, que se cocen en el comal, son una especie de pan de maíz. Finalmente, no se puede dejar de mencionar uno de los alimentos más tradicionales no solo de la comunidad, sino de país y del que existen registros históricos de que en la época prehispánica era considerado como un elemento ritual, ya que se elaboraba con los primeros elotes que se cortaban de las milpas, me refiero al chile-atole, que es un atole salado, hecho con agua, masa de maíz, granos de elote tierno y chile. Cuentan las crónicas que en la época prehispanica se consumía este alimento como una forma de agradecer a los dioses por haberles permitido que su maíz creciera y diera frutos. Hasta hace unos años, en la comunidad, este atole se servía en una cazuela o plato de barro con una capacidad hasta de un litro y se bebía directamente de dichos recipientes sin necesidad de usar alguna cuchara. Hoy en día muchos alimentos tradicionales han ido desaparaciendo de la dieta de los tlaltizapenses, sobre todo aquellos a base de pescado por la desecación de la laguna y la contaminación del Rio Lerma, en otros casos, la existencia de plantas silvestres ha mermado de manera considerable debido a que los agricultores aplican de una manera cada vez más constante herbicidas y plaguicidas. Muchos otros alimentos han desparecido tambien por la falta de trasmisión de recetas, la dificultad para elaborarlos o por la cada vez más frecuente existencia de alimentos extranjeros y de poco valor nutritivo, lo cierto es que resulta urgente que las nuevas generaciones conozcan y revaloren esta parte de nuestra identidad, herencia de nuestros padres y abuelos y que se sientan orgullosos de la existencia de alimentos que son vistos en otras oartes del mundo como verdaderos manjares.
En otro momento hablaré de los juegos tradicionales que hasta hace algunos ayeres eran el entretenimiento de los niños, pero que debido a los procesos de urbanización han ido desaparaciendo. Tambien eh de incluir algunas recetas de alimentos tradicionales y si alguno de los lectores deciden enviarnos algunas otras, con mucho gusto las publicaremos con sus respectivos créditos.
Aunque no estaban asociadas a la zona lacustre, también se recolectaba y cazaba plantas y animales que completaban la dieta de los antiguos habitantes de la comunidad, como hongos blancos, vinagreras (Rumex acetosa), que pertenece al género de la rumex o comunmente conocida como lengua de vaca, chivatitos (se desconoce su nombre científico), que es una especie de pasto que crece en las milpas, corazones de nabo (se desconoce su nombre científico), que son las hojas previas a la floración de dicha planta, jocoyoles (se desconoce su nombre científico) y malva (malva silvestris), muchas de ellas de origen europeo.
Las plantas y animales anteriormente descritos servían para preparar platillos se empleaban como complementos para los mismos. Las carpas, ajolotes y atepocates se preparaban en tamales con hojas de maiz, a los que se les agregaba sal, chile, epazote y cebolla picada. Los acociles en cambio se cocínaban directamente en una cazuela puesta al fuego y se les agregaba cebolla. Al cocerse tomaban un color anarajado y se les colocaba sal y limón. Se comían en tacos o directamente del plato a la boca. A las ranas, se les extraía las vísceras y se cocinaban en salsa verde mezcladas con vinagreras. Las papas de agua se herbían unicamente y se les colocaba sal. Los chivatitos se consumían en ensalada, a la que se le agregaba aceite de oliva, sal, limón y queso rayado. Las vinagreras, malvas y corazones de nabo se cocinaban también directamente sobre una cazuela o sarten con un poco de aceite o manteca. Finalmente, los jocoyoles, que son plantas que crecen aun en las milpas y que se caracterizan por dar flores de color morado o amarillo, tenían tambien hojas en forma de trebol en el extremo superior del tallo que era de hasta 10 centímetros. De estas plantas se aprovechaba el tallo y se empleaba para preparar salsas, sirviendo de sustituto al tomate, por el sabor agrio que tiene.
Mención aparte merecen los algunos alimentos a base de maíz, que es el sustento y la base de la alimentación nacional. En base al maíz se elaboran aun tamales de diferentes variedades como el de haba, que se realiza en el mes de junio y se envuele en hojas verdes, del maíz que aun esta creciendo (a diferencia del resto de los tamales que se envuelve con hojas de mazorcas secas). Una bebida que desafortunadamente ha ido desapareciendo es el atole de ceniza, que tenían un color negro debido a que se molía algunos olotes (raquis) quemados y se colocaba al atole. En esta bebida tambien se empleaba piloncillo y maiz rojo molido. Entre los postres descatan los "ponteduros", que es maíz negro tostado y cubierto de caramelo, hecho a base de piloncillo. Este alimento tiene la particularidad de que al elaborarse se debe tener cuidado de derretir muy bien el piloncillo y tener paciencia para moverlo lentamente junto con el maíz durante un tiempo considerable, de no ser asi, el caramelo se solidifica y se hacen bolas, resultando un producto poco apetecible.
Un alimento más, a base de maíz, lo constituyen los "tlaxcales" que en otras regiones del Estado de México tambien les conocen como "toqueres", estos son triángulos de entre 8 y 10 centímetros hechos con granos de maíz que aun no maduran completamente, molidos y mezclados con azucar, que se cocen en el comal, son una especie de pan de maíz. Finalmente, no se puede dejar de mencionar uno de los alimentos más tradicionales no solo de la comunidad, sino de país y del que existen registros históricos de que en la época prehispánica era considerado como un elemento ritual, ya que se elaboraba con los primeros elotes que se cortaban de las milpas, me refiero al chile-atole, que es un atole salado, hecho con agua, masa de maíz, granos de elote tierno y chile. Cuentan las crónicas que en la época prehispanica se consumía este alimento como una forma de agradecer a los dioses por haberles permitido que su maíz creciera y diera frutos. Hasta hace unos años, en la comunidad, este atole se servía en una cazuela o plato de barro con una capacidad hasta de un litro y se bebía directamente de dichos recipientes sin necesidad de usar alguna cuchara. Hoy en día muchos alimentos tradicionales han ido desaparaciendo de la dieta de los tlaltizapenses, sobre todo aquellos a base de pescado por la desecación de la laguna y la contaminación del Rio Lerma, en otros casos, la existencia de plantas silvestres ha mermado de manera considerable debido a que los agricultores aplican de una manera cada vez más constante herbicidas y plaguicidas. Muchos otros alimentos han desparecido tambien por la falta de trasmisión de recetas, la dificultad para elaborarlos o por la cada vez más frecuente existencia de alimentos extranjeros y de poco valor nutritivo, lo cierto es que resulta urgente que las nuevas generaciones conozcan y revaloren esta parte de nuestra identidad, herencia de nuestros padres y abuelos y que se sientan orgullosos de la existencia de alimentos que son vistos en otras oartes del mundo como verdaderos manjares.
En otro momento hablaré de los juegos tradicionales que hasta hace algunos ayeres eran el entretenimiento de los niños, pero que debido a los procesos de urbanización han ido desaparaciendo. Tambien eh de incluir algunas recetas de alimentos tradicionales y si alguno de los lectores deciden enviarnos algunas otras, con mucho gusto las publicaremos con sus respectivos créditos.
EFREN PLIEGO PLATAS
CRÓNICA DE UN CARNAVAL

Las festividades religiosas de San Pedro Tlaltizapan son las actividades que más atención llaman a propios y extraños, y es que el colorido, alegría y simbolismo de sus danzas, dan un toque especial sus tradiciones. 4 son las celebraciones que año con año se llevan a cabo en la localidad, donde sobresalen las danzas y representaciones religiosas que llegan a transformar, al menos por 2 días, la dinámica de la gran mayoría de los habitantes. Carnaval, 29 de Junio, 6 de Agosto y 29 de septiembre son la principales fiestas patronales de la comunidad. El carnaval es, seguramente, la festividad más vistosa de la comunidad, debido a la cantidad de danzas que se presentan y al periodo de duración. Este, no tiene una fecha fija, sino que cambia de acuerdo al periodo de realización de la Semana Santa, llevándose a cabo, el domingo posterior al Miercoles de Ceniza. La fiesta comienza el domingo un domingo antes, cuando se realiza el paseo de carnaval, donde participan diversos carros alegóricos, que desbordan alegría cuando sus ocupantes arrojan dulces y uno que otro presente o artículo utilitario (cubetas, servilletas, bolsas, etc) a los expectadores. La temática de los carros alegóricos es variada destacando motivos religiosos, deportivos, políticos o artísticos. Por lo regular el paseo es encabezado por alguna banda de música y a continuación avanza el carro que transporta a la reina (y sus princesas) de las fiestas del Carnaval, cuya coronación se lleva a cabo uno o dos días antes. Por la noche y tras concluir el paseo se lleva a cabo un baile popular en la plaza pública, amenizado por sonidos de la regiòn o algún grupo musical.
El resto de la semana trancurre sin mucha actividad, pero es a partir del día miercoles cuando en la plaza pública se empiezan a instalar los juegos mecánicos y en los alrededores, puestos de juguetes, comida y sobre todo el tradicional pan de fiesta que en su mayoría es elaborado y comercializado por habitantes de la comunidad de San Bartolomé Atlatlahuca, del Mpio de Tenango del Valle. Durante el sabado previo al domingo de Carnaval, se realiza la visita de los Mayordomos de las danzas a las casas de los otros Mayordomos de los Santos Patronos de la Comunidad, asi, cada danza recorre las Colonias de San Salvador, San Miguel, Guadalupe y recientemente San Isidro, donde ejecutan algún baile, entregan presentes a los mayordomos y les invitan para que participen de la festividad del día siguiente. Al mismo tiempo, las imagenes (Santos patronos) acuden llevados por los mayordonos a recoger las promesas, que son artículos que la gente "promete" donar para la iglesia y/o la realizaciòn de la festividad, que puede ser manteles, cirios, flores, cohetes, etc.
Durante el día sábado tambien se lleva a cabo un evento muy importante al que desafortunadamente se presta poca atenciòn y tiene que ver con el recibimiento de la banda de musica que amenzará la danza de los chinelos. Regularmente la banda es originaria del estado de Morelos, por lo que a su llegada son esperados en el paraje conocido como "El Puente de Enmedio" que es el punto de inicio de la comunidad en su parte sur. Su llegada es anunciada con la quema de cohetes y desde ahi hacen su entrada a pie, interpretan música hasta la iglesia principal, donde entonan las mañanitas y posteriormente parten a la calle dispuesta con anterioridad e inicia la danza de chinelos que en el primer día es para los niños de la comunidad. Al fin llega el domingo. Desde temprano las señoras acuden a los diversos molinos a moler su nixtamal para elaborar las tortillas y tamales que más tarde ofrecerán a sus compadres y familiares que acuden a visitarlos. Compran los ingredientes necesarios para elaborar el tradicional mole con pollo y arroz que constituirán los alimentos a ofrecer a sus visitas. Desde un día antes la Avenida Juárez está completamente cerrada a la circulaciòn vehicular y adornada con plásticos picados que anuncian que la fiesta ha iniciado al igual que los cohetes que truenan por doquier . A las 12:00 pm la gente se congrega en la iglesia principal, que ha sido adornada con flores, las bancas han sido colocadas en los extremos, y se ha expuesto al Santísimo. En el atrio, desde el día anterior, las lonas amarillas esperan a que los danzantes ejecuten los pasos que ensayaron en la casa del mayordomo durante tres o cuatro domingos.
La puerta principal de la iglesia luce portada nueva, muchas veces elaborada de materiales variados como semillas, canicas cortadas, chaquira o diamantina, coronada como siempre por las imagenes de San Pedro y San Pablo que promenten cuidar a su pueblo. Tras concluir la misa, los mayordomos acompañados de la gente de su confianza salen en peregrinaciòn por las calles para reunir a sus danzantes, para que acudan a llevar sus ofrendas a Dios y los Santos Patronos. Durante el recorrido, los mayordomos de las maringuillas regalarán cañas a las personas que se las solicitan, siendo un preámbulo de lo que realizaran al terminar cada uno de los sones de su ofrenda. Finalmente, entre las dos y tres de la tarde, los danzantes estan listos para empezar, dan gracias a sus Imagenes, a Dios, se santiguan ante su santo protector, le ofrendan algún presente, le agradecen que les hallan permitido cumplir con su promesa. En unos minutos el atrio de la iglesia se convierte en un escenario surrealista, en una sinfonía de sonidos, en un mar de gente. Es dificil ahora escuchar la musica de las danzas, cada una de ellas compite por atraer más gente, para ello contrataron los servicios de los sonidos de la regiòn. Dos o tres cuadrillas de Arrieros, una de Maringuillas, Las Inditas y recientemente Los Lobitos, llenan de sonidos la iglesia que pasada la fiesta volverá a sentirse triste. pero mientras, las imagenes religiosas se sienten felices, asi lo dice la gente. A unas cuadras de la iglesia la danza de Chinelos, está por iniciar y dos o más comparzas competiran por atraer a la gente y hacerlos bailar con ellos. Las comparzas van de un extremo a otro, sus participantes, con traje o sin él, bailan, brincan, sudan, ofrendan su danza a su Sagrada Imagen Religiosa. Nadie se queda fuera, el carnaval ya esta en su climax, y la gente, no quieren saber de otra cosa que no sea la fiesta. lo niños esperan impacientes que empiecen a funcionar los juegos mecánicos, esos juegos que apenas hace unos 20 o 30 años funcionaban con la fuerza humana y no con energía eléctrica. Confundidos entre los juegos mecánicos, diversas grabaciones tratan de invitar a la gente a que acuda a ver el espectáculo de serpientes venenosas, los comerciantes ofertan jarros y trastos de barro y cerámica y en la plaza Benito Juárez se escucha musica tan variada como la Sonora Santanera, RBD o Ricardo Arjona, el género es lo de menos, lo importante es que suene a fiesta. En las viviendas, los caseros se esmeran por atender a los compadres, a los familiares, a los amigos y les ofrecen los alimentos que las mujeres han preparado, no es tiempo de crisis, es tiempo de ofrecer lo que se tiene, que en este caso es lo mejor. Ahora no es como antes, cuando personas de otros pueblos y municipios vecinos acudian a cualquier casa, y a la voz de "me regala un taco" se les entregaba sin chistar platos de mole con carne, arroz y tortillas o tamales, quiza por pena o por temor a no ser bien vistos, esto ha dejado de suceder, sin embargo, es seguro que si algún visitante realiza esta acciòn con gusto y desinteresadamente, será agasajado con cualquier o con todos los alimentos antes mencionados y de pasada se incluirá "chumiate", mosquito o copita (como le dicen aqui a la bebida elaborada por la mezcla de licores de fruta con alcohol), la que, lastimosamente ha sido desplazado por el tequila o los brandis.
Llega la noche, pero aun faltan algunas horas para que cesen momentaneamente las danzas en el atrio de la iglesia, los jovenes acuden en grupos a los bailes públicos, la gente regresa a su casa llevando algún presente que les dieron en las danzas y no falta quien comente con disgusto "en los arrieros no me dieron nada por que solo les dan a sus conocidos". Por unos días la plaza pública es tomada por la gente de la comunidad, no hay clases sociales, no hay cansancio de los danzantes, no hay temor a que los amigos vean al joven otrora "bien macho" vestido con una falda tras participara en la danza de maringuillas, por el contrario, hay orgullo. de participar en la danza... Pasada la media noche quiza una o dos de la mañana, el pueblo entra en una ligera calma, mañana sigue la fiesta de carnaval, con menos intensidad quiza por ser inicio de semana, primero tendran que trabajar, pero concluida su jornada, ahi estarán nuevamente en la fiesta, los niños se salvan de ir a la escuela y seguramente podrán saludar a su maestra que admira las danzas, confundida con la gente del pueblo.
Por fin llega el martes, despúes de dos días de fiesta, se siente tristeza en el ambiente, pasadas las dos de la tarde la iglesia se empieza a poblar nuevamente de danzantes, pero ya no para bailar y con ello sacralizar sus reliquias, sino para llevar a cabo la Coronación, el cambio de mayordomo. El saliente se siente triste por que la imagen religiosa que custodió durante un año, ahora pasa a manos del mayordomo entrante, hay tristeza pero también satisfacción por haber cumplido sus promesa que quiza tardó hasta 10 años para realizarla. La noche será de calma, pocos trasnochadores hay en la calle. Los chinelos siguen bailando, pareciera que quisieran desquitar hasta el último centavo pagado a la banda de música que mañana ha de partir a su lugar de origen tras ser despedida en el mismo lugar donde se le recibió, nuevamente con cohetes y tristeza. Las fiesta de carnaval ha cambiado, hasta en eso la globalización y la crisis económica ha impactado, ahora rara vez se lleva a cabo la tornafiesta o la mejor conocida octava, que en una fiesta chiquita el domingo despúes de la "mera" fiesta y es que en algunas ocasiones hasta Arrieron hubo en ella, en otra quemaron toritos pirotécnicos y hasta los juegos mecánicos funcionaban en la noche, mientras los expendendores de pan colocaban sus productos a la venta antes de regresar a su lugar de origen. Hoy eso es un recuerdo como también lo será en unos días lo que aconteció en el Carnaval, la vida vuelve a su ritmo normal, pero la gente sabe que en un año estarán disfrutando nuevamente de su fiesta, que se apropiarán de sus espacios, eso les lleva a decir que no tienen que esperar 12 meses, sino solo hasta junio, agosto o septiembre para revivir un carnaval en chiquito en otra capilla, en otra colonia, pero siempre en San Pedro Tlaltizapan.

La puerta principal de la iglesia luce portada nueva, muchas veces elaborada de materiales variados como semillas, canicas cortadas, chaquira o diamantina, coronada como siempre por las imagenes de San Pedro y San Pablo que promenten cuidar a su pueblo. Tras concluir la misa, los mayordomos acompañados de la gente de su confianza salen en peregrinaciòn por las calles para reunir a sus danzantes, para que acudan a llevar sus ofrendas a Dios y los Santos Patronos. Durante el recorrido, los mayordomos de las maringuillas regalarán cañas a las personas que se las solicitan, siendo un preámbulo de lo que realizaran al terminar cada uno de los sones de su ofrenda. Finalmente, entre las dos y tres de la tarde, los danzantes estan listos para empezar, dan gracias a sus Imagenes, a Dios, se santiguan ante su santo protector, le ofrendan algún presente, le agradecen que les hallan permitido cumplir con su promesa. En unos minutos el atrio de la iglesia se convierte en un escenario surrealista, en una sinfonía de sonidos, en un mar de gente. Es dificil ahora escuchar la musica de las danzas, cada una de ellas compite por atraer más gente, para ello contrataron los servicios de los sonidos de la regiòn. Dos o tres cuadrillas de Arrieros, una de Maringuillas, Las Inditas y recientemente Los Lobitos, llenan de sonidos la iglesia que pasada la fiesta volverá a sentirse triste. pero mientras, las imagenes religiosas se sienten felices, asi lo dice la gente. A unas cuadras de la iglesia la danza de Chinelos, está por iniciar y dos o más comparzas competiran por atraer a la gente y hacerlos bailar con ellos. Las comparzas van de un extremo a otro, sus participantes, con traje o sin él, bailan, brincan, sudan, ofrendan su danza a su Sagrada Imagen Religiosa. Nadie se queda fuera, el carnaval ya esta en su climax, y la gente, no quieren saber de otra cosa que no sea la fiesta. lo niños esperan impacientes que empiecen a funcionar los juegos mecánicos, esos juegos que apenas hace unos 20 o 30 años funcionaban con la fuerza humana y no con energía eléctrica. Confundidos entre los juegos mecánicos, diversas grabaciones tratan de invitar a la gente a que acuda a ver el espectáculo de serpientes venenosas, los comerciantes ofertan jarros y trastos de barro y cerámica y en la plaza Benito Juárez se escucha musica tan variada como la Sonora Santanera, RBD o Ricardo Arjona, el género es lo de menos, lo importante es que suene a fiesta. En las viviendas, los caseros se esmeran por atender a los compadres, a los familiares, a los amigos y les ofrecen los alimentos que las mujeres han preparado, no es tiempo de crisis, es tiempo de ofrecer lo que se tiene, que en este caso es lo mejor. Ahora no es como antes, cuando personas de otros pueblos y municipios vecinos acudian a cualquier casa, y a la voz de "me regala un taco" se les entregaba sin chistar platos de mole con carne, arroz y tortillas o tamales, quiza por pena o por temor a no ser bien vistos, esto ha dejado de suceder, sin embargo, es seguro que si algún visitante realiza esta acciòn con gusto y desinteresadamente, será agasajado con cualquier o con todos los alimentos antes mencionados y de pasada se incluirá "chumiate", mosquito o copita (como le dicen aqui a la bebida elaborada por la mezcla de licores de fruta con alcohol), la que, lastimosamente ha sido desplazado por el tequila o los brandis.

Por fin llega el martes, despúes de dos días de fiesta, se siente tristeza en el ambiente, pasadas las dos de la tarde la iglesia se empieza a poblar nuevamente de danzantes, pero ya no para bailar y con ello sacralizar sus reliquias, sino para llevar a cabo la Coronación, el cambio de mayordomo. El saliente se siente triste por que la imagen religiosa que custodió durante un año, ahora pasa a manos del mayordomo entrante, hay tristeza pero también satisfacción por haber cumplido sus promesa que quiza tardó hasta 10 años para realizarla. La noche será de calma, pocos trasnochadores hay en la calle. Los chinelos siguen bailando, pareciera que quisieran desquitar hasta el último centavo pagado a la banda de música que mañana ha de partir a su lugar de origen tras ser despedida en el mismo lugar donde se le recibió, nuevamente con cohetes y tristeza. Las fiesta de carnaval ha cambiado, hasta en eso la globalización y la crisis económica ha impactado, ahora rara vez se lleva a cabo la tornafiesta o la mejor conocida octava, que en una fiesta chiquita el domingo despúes de la "mera" fiesta y es que en algunas ocasiones hasta Arrieron hubo en ella, en otra quemaron toritos pirotécnicos y hasta los juegos mecánicos funcionaban en la noche, mientras los expendendores de pan colocaban sus productos a la venta antes de regresar a su lugar de origen. Hoy eso es un recuerdo como también lo será en unos días lo que aconteció en el Carnaval, la vida vuelve a su ritmo normal, pero la gente sabe que en un año estarán disfrutando nuevamente de su fiesta, que se apropiarán de sus espacios, eso les lleva a decir que no tienen que esperar 12 meses, sino solo hasta junio, agosto o septiembre para revivir un carnaval en chiquito en otra capilla, en otra colonia, pero siempre en San Pedro Tlaltizapan.
EFREN PLIEGO PLATAS
DATOS SOBRE SAN PEDRO TLALTIZAPAN
San Pedro Tlaltizapán es una comunidad perteneciente al municipio de Santiago Tianguistenco, cuyo nombre significa en la "tierra blanca o ceniza", quizá debido a que nos encontramos ubicados a un costado del Rio Lerma, cuya tierra salitrosa y de color blanco pudo haber influido para asignar dicha denominación a este lugar. A los habitantes de esta comunidad se les llegó a denominar durante mucho tiempo como "teneshados" debido al color oscuro de nuestra piel, ya que teneshado se puede traducir como tiznado.
San Pedro Tlaltizapán se ubica en el extremo poniente del municipio, a escasos tres kilòmetros de la cabecera municipal y colinda al Norte del San Pedro Tultepec y San Mateo Atenco, al Sur con Santa Cruz Atizapán y la Ex-Hacienda de Atenco, al oriente con Tianguistenco y al poniente con Chapultepec.
De manera geográfica, la comunidad se localiza en las coordenadas Longitud 0992959, latitud 191148 y se ubica en una altitud promedio de 2580 metros sobre el nivel del mar.
De acuerdo al II Conteo de Poblaciòn y Vivienda del año 2005 existìan una población total de 9886 habitantes, de los cuales 4766 eran hombres y 5720 mujeres, con lo cual se puede observar que existe una población ligeramente más alta de mujeres de que varones, quiza como resultado del proceso de migración que la población tiene hacia los Estados Unidos en búsqueda de opciones laborales.
El mismo Conteo consigna la existencia de 1767 viviendas habitadas, de las cuales el 90.49% cuenta con drenaje, el 96.94% con energía eléctrica y el 95.98% con agua potable.
A pesar de la existencia de diversos centros escolares en la comunidad, desde los niveles preescolar hasta la ubicación en el año 2008 de la Unidad Académica Profesional de Tianguistenco y la cercanía con la cabecera municipal donde se asientan otros tantas instituciones de educación, el promedio de años estudiados por la población en general es apenas de 7.83 año, que es inferior a los 8.07 años promedio del municipio de Tianguistenco.
En el aspecto educativo de manera particular, existen los siguientes centros escolares:
- Jardín de Niños España
- Jardín de Niños Federico Froebel
- Escuela Primaria Federal Josefa Ortiz de Dominguez
- Escuela Primaria Adolfo López Mateos
- Escuela Secundaria José Mariano Abasolo
- Escuela Telesecundaria Emiliano Zapata
- Unidad Académica Profesional Tianguistenco UAEMEX.